¿Que persona en su añorada edad juvenil no se ha pasado tardes de soledad encerrado en su cuarto tramando guerras con unos simples soldados de plástico?
A mí desde luego me traen muchos recuerdos, aunque luego casi todos esos soldaditos acabaran calcinados, abandonados a su suerte después de ser arrojados por la ventana....hasta comidos por su dueño posterior, es decir, mi hermano. Pero bueno, no vamos a entrar en dramatismo, ya que, no son seres con sentimientos, aunque el fantástico creador de este vídeo trate de humanizarlos haciéndolos que bailen.
El vídeo original fue subido a Vimeo (pinchar aquí), así que os enlazo el link por si queréis pasaros y felicitar al tío por medio de comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario